De qué manera influyen en la calidad del sonido los cables, tanto interconectores como de parlantes, es un tema un tanto desconocido entre el común de los aficionados. Sólo unos pocos han comprobado las diferencias de usar un tipo de cable u otro. En términos generales, no existe una receta para aplicar en forma estricta y obtener los resultados esperados. En este caso, la sinergia es determinante y la única forma de comprobarla es haciendo la mayor cantidad de pruebas que sea posible. En base a nuestra experiencia, hemos constatado que las combinaciones entre los equipos y los cables a usar están determinadas por el nivel de calidad (o precio) de los mismos. Dicho de otra forma, para un equipo de cierto nivel de calidad se le debe proveer los cables que corresponda a su nivel. No se mejora en nada si a un equipo de nivel básico se le incorporan cables de nivel alto, con el consiguiente desembolso extra asociado. Por lo tanto, la elección de los cables adecuados es un tema que debe tomarse en cuenta seriamente.

El presente análisis se hará considerando a MIT, una marca de reconocido prestigio en cables. La elección de esta marca no es casualidad ni una forma de publicitar la marca. La razón principal es que nos permite demostrar y explicar un fenómeno muy conocido entre los especialistas denominado "quemado de cables" o en inglés "burn-in".

La línea de productos MIT Terminator, interconectores y de parlantes, entregan dentro de sus especificaciones una guía de cómo obtener el mejor rendimiento de los cables. Lo que el fabricante informa es que a las 24 horas de uso continuo, los cables presentarán un cambio notable en el sonido, que se traduce en amplitud de la escena sonora y realce en las zonas extremas del espectro auditivo (agudos y bajos). Posteriormente, a medida que se prolongue su uso, en forma gradual se incrementará la zona media. El período completo debería tomar no menos de 300 horas y el resultado final es impresionante.

A continuación, trataremos de explicar los fundamentos de este fenómeno:

"Burn-in" o "Break-in", son los prácticos y breves términos del idioma inglés para describir el periodo de asentamiento o acondicionamiento de componentes electrónicos, parlantes y cables de audio.

Imaginemos un río en el que las piedras del cauce han sido tocadas por el flujo del agua y a través del tiempo les ha limado los filos cortantes dejándolas lisas y redondas. Se puede asegurar que el sonido de ese río es más delicado y agradable que si sus piedras fueran angulosas y ásperas. Algo parecido ocurre con el flujo de la señal musical, al pasar constantemente por la estructura molecular del cobre o la plata de nuestros cables y su dieléctrico, que también tiende a relajarse. Es indiscutible que un cable de buena calidad, ya sea de interconexión o de parlantes, hará que nuestro equipo suene mejor después de un periodo de "quemado", cuya duración dependerá del tipo o la marca del cable. En general los cables para parlantes requieren menos tiempo que los de interconexión, ya sean balanceados (XLR) o no (RCA). También hemos notado que los de cobre requieren menos tiempo que los híbridos o los de plata.

Hay cables que recién desempacados se conectan al equipo y "suenan" bien, tienen buen balance tonal, textura armónica, adecuada pulsación rítmica, buen transitorio y un escenario acústico aceptable que pueden mejorar aún más despues del quemado. Hay otros que empiezan sonando muy agudos y después de algunas horas nos sorprenden con su coherencia. Pero hay algunos que empiezan sonando secos, con pulsación rítmica lenta, bajos gordos y sin apretura. Sin embargo, durante el proceso de quemado sus moléculas van alineándose y suenan maravillosos. Pero aquí viene lo terrible: existen cables que podrían quemarse quinientas horas y su carácter poco o nada cambiará, ya sea que nos hayan fascinado desde el principio o nos hayan desilusionado recién conectados y así se quedaron.

Considerando lo anterior, es de vital importancia no hacer juicios definitivos al insertar cables nuevos en nuestros equipos de audio y video. Hay que esperar el tiempo adecuado y si existen dudas, invitar a "amigas y amigos" melómanos en cuyos oídos podamos confiar. Y se debe destacar el hecho de que está comprobado que el umbral auditivo de las mujeres es más efectivo, sobre todo en las altas frecuencias.

Al "quemar" los cables, éstos deberán estar conectados tanto al componente de salida (CD, preamplificador o amplificador) como al de entrada (preamplificador, amplificador o parlantes), lo importante es cerrar el circuito y que exista impedancia. Algunos fabricantes sugieren el uso de CD's que contienen pistas con señales de frecuencia compuestas. Otros prefieren un proceso natural a base de programas musicales de orquestación compleja, ya sea jazz, sinfónica o rock. La primera opción permite un proceso más rápido, la segunda un resultado más coherente. La combinación de ambas es lo más recomendable.

Si hubiera que cambiar un cable ya quemado a otra etapa de la cadena o pasarlo a otro equipo, hay que respetar la misma dirección. El cable no se dañará si se conecta en sentido inverso y el equipo tampoco se verá afectado, simplemente habrá que reconectar en la dirección correcta y volver a quemar.

Post, cortesía de AudioElite

This entry was posted on domingo, octubre 08, 2006 at 9:38 p. m.. You can skip to the end and leave a response.