Por FcoJav.
Muchas de las características sonoras al momento de grabar un track o un álbum, dependen primero de los equipos utilizados para capturar el audio, segundo, del oído del ingeniero o productor y por ultimo de los "monitores".
Entonces, teniendo presente esta premisa, debemos considerar enormemente al momento de montar nuestro Home Studio, una buena y considerable suma de dinero para poder comprar los mejores monitores que nuestro presupuesto nos permita.
Consideraciones Preliminares.
Al momento de elegir un par de monitores de estudio, debemos considerar varias cuestiones físicas, además del presupuesto. El espacio de nuestra sala y los materiales de construcción son fundamentales, por cuanto no es lo mismo tener unos monitores de campo lejano en un espacio de 4 por 5. Los monitores de estudio son construidos en base a una triple configuración.
La primera son los de campo cercano, es decir aquellos que son montados cerca del oído. Al respecto no me refiero a que estén pegados al oído, sino que éstos se encuentren a una distancia de un metro aproximadamente. Por lo general, estos monitores se encuentran sobre la consola de audio en unos pedestales de granito para evitar cualquier tipo de vibración. Los monitores de campo cercano por excelencia han sido los Yamaha NS10M. En un próximo post publicaré una entrevista al creador de estas leyendas sonoras.
La segunda configuración son los denominados monitores de campo medio. Estos monitores tienen una longitud espacial mayor que sus hermanos menores, por cuanto, su construcción fue diseñada para entregar un sonido con cuerpo y especialidad. Esta última característica se conoce en el medio como Enhanced. Yo uso los Monitor Two de Alesis y tengo que confesarles que son una magnífica elección para mis necesidades. Tienen una respuesta clara y potente, con buena definición en los rangos medios. En cuanto a los altos, el tweeter es de polimero blando fabricado para no producir fatiga auditiva por largas sesiones de grabación. En cuanto a los rangos bajos, estos se sienten con autoridad y peso.
La tercera y última clase de monitores, son los denominados de campo lejano. Estos monitores son verdaderos monstruos ya que su configuración es extremadamente compleja y por supuesto cara.
Para que se hagan una idea los monitores
Adam S6-A MkII cuestan $7.500.000. La
fotografía de abajo corresponde al modelo en comento.
La diferencia entre unos monitores de estudio y unos parlantes tradicionales, son primero los materiales de construcción y lo mas importante, la capacidad de reproducir la frecuencia mas plana posible. Esta frecuacia dice relación con lo que se conoce en el medio como audio 20-20. Es decir, la gama completa de frecuencia extendida.
Algunos se preguntarán, ¿por qué reproducir frecuencias tan extendidas, si el oído humano solo es capaz de escuchar hasta los 16k?
La respuesta esta supeditada ha que se ha descubierto que el oído tiene una capacidad de percepción mayor de la conocida, aun cuando no pueda escuchar realmente dichas frecuencias. Esto se traduce obviamente en una mejor calidad de audio.
En consecuencia, al momento de elegir (para los que puedan) deben considerar estos críticos factores.
Entonces, en definitiva, qué monitores comprar o qué parlantes adquirir. Bueno, aquí algunas pautas en formato de pregunta y respuesta.
¿Cuál es el altavoz que más me conviene?
Probablemente ésta sea la pregunta más difícil de resolver. En realidad existen tantas tecnologías, tipos y tamaños de altavoces como pueda imaginar.
Existen tantos tipos de parlantes como piedras en el mar. Las diferencias fundamentales ha considerar son:
1. El tamaño y, por tanto, el rango de frecuencia que abarcan. Por norma general, los altavoces grandes tienen una respuesta de graves más profunda, aunque con frecuencia no resultan prácticos, especialmente en un sistema Home Cinema. Normalmente hay que renunciar a algo y, al final, se impone el sentido práctico.
2. La calidad de sonido. Ésta va en función de los materiales utilizados, que determinan la falta de distorsión del producto acabado. Todos los altavoces distorsionan un poquito, pero a medida que avanzan las investigaciones sobre materiales y nuestros conocimientos sobre la acústica, hemos logrado controlar muchos de los efectos no deseados y, a la postre, hacer mejores altavoces
3. El ancho de banda. Muchos de nuestros altavoces tienen un gran ancho de banda. Se trata del rango de frecuencia en el que pueden producir una salida útil. No todos tenemos los mismos gustos. Si te gusta dar muchas fiestas y escuchar la música muy alta, deberás considerar configuraciones que sean capaces de producir niveles muy altos con el mínimo esfuerzo. Si prefieres algo más relajado y te gusta escuchar todos los detalles atentamente, te conviene un tipo de parlante Hi-Fi.
4. La posición también cuenta. Si el altavoz debe situarse cerca de una pared, es preferible utilizar un modelo de bafle frontal.
¿Dónde debo colocar mis altavoces estéreo?
Los modelos de suelo suelen colocarse al menos a 20 cm de las paredes traseras y a 70 cm de las paredes laterales, mirando un poco hacia adentro. Los modelos más pequeños deben ponerse en suelo o en pared, aunque también pueden situarse sobre una estantería firme. La extensión de graves será mejor si los altavoces funcionan cerca de las paredes traseras. Una regla habitual es que el oyente debe estar tan lejos de los altavoces como los altavoces entre sí.
Si los altavoces se colocan demasiado cerca de las paredes, los graves aumentarán, pero el sonido puede ser estruendoso e impreciso. Si se colocan más lejos de las paredes, el ángulo interno puede aumentar hasta un 40%, aunque ello pueda restringir el espacio de escucha óptima. Lo mejor es que los altavoces estén colocados de forma que las unidades del espectro de altas frecuencias se encuentren aproximadamente al nivel del oído de la persona que escucha sentada. Se trata en gran medida de una cuestión de gustos, así que pruebe con diferentes configuraciones y utilice varios programas antes de decidir la posición definitiva de sus altavoces.
Si deseas colocar los altavoces cerca de un televisor CRT convencional, asegúrate de que éstos utilizan unidades de control blindadas. En ese caso podrán colocarse cerca de la TV sin que se produzcan efectos no deseados. Los altavoces convencionales no deberían utilizarse a menos de 50 cm de la pantalla de TV, ya que los imanes de la unidad de control podrían interferir con la imagen y causar distorsiones en el color.
¿Debo utilizar un soporte para altavoces?
Un buen par de soportes para altavoces mejorará la calidad de los graves de todos los altavoces de estantería y de pie. Éstos deben elevar el altavoz aproximadamente hasta la altura de los oídos del oyente y su aislamiento mecánico será mejor si tienen patas en ambos extremos. En un momento dado, puede utilizarse masilla de pegar en la parte superior de los soportes si no desea marcar los altavoces.
Un buen soporte es aquel que ofrece un buen aislamiento de la vibración. Debe ser pesado y resistente y contar con la fijación más fuerte posible entre el puntal y los paneles superior e inferior. Si los soportes permiten el relleno, un relleno de arena o de perdigones de plomo mejorará notablemente su calidad.
¿Cómo debo poner en funcionamiento mis altavoces?
La mayoría de los altavoces sonarán bastante mal al sacarlos de la caja. La calidad del sonido irá mejorando a lo largo de las primeras 50 horas de uso
El motivo es que el altavoz de bobina móvil es un dispositivo mecánico. Después de la fabricación, muchas piezas conservan cierta rigidez o tensión que sólo se relaja cuando se empieza a utilizar el altavoz.
Por lo tanto, para poner en marcha sus altavoces, te recomiendo que pongas música a un volumen moderado (no muy alto) durante unas 50 horas seguidas. Obviamente estas 50 horas son en valores relativos, ya que puedes ir escuchando de un par de horas diarias hasta completar las 50 horas.
Si se encuentra en un entorno sensible al ruido, la forma de conseguirlo causando los menores inconvenientes posibles es colocar los altavoces en el suelo, uno justo en frente del otro. A continuación, conecte uno de los altavoces fuera de fase (es decir, el rojo al negro y el negro al rojo). Los controladores de los graves se cancelarán entre sí y el sonido será mucho más leve. Pasadas 50 horas puede volver a colocarlos en la posición óptima de escucha y RECUERDE que debe corregir la fase del cableado de los altavoces para disfrutar de la música.
¿Qué es el bicableado?
El bicableado es una técnica que utiliza una conexión a dos altavoces mediante cables independientes, lo cual parece mejorar la calidad de sonido de los mismos.
No importa si los cables positivo (rojo) y de tierra (negro) están conectados al amplificador (de hecho, aunque el amplificador tenga salidas para dos conjuntos de altavoces, A y B, normalmente están conectados juntos dentro del amplificador).
Existen varias razones que pueden explicar la mejora de sonido, que van desde rutas de tierra diferentes a la posible intermodulación de las unidades de control, pasando por la frecuencia de respuesta del cable. Aunque es un tema fascinante, no somos nosotros quienes debemos dar una respuesta definitiva sobre cómo funciona, sino sobre el hecho de que hay una mejora considerable y que la mayoría de los altavoces pueden estar bicableados.
En cuanto a si se trata de una buena idea; la respuesta depende de si resulta práctico hacerlo. En un sistema estéreo lo recomiendo vivamente, pero en un sistema Home Cinema, la incomodidad de la longitud del cable necesario y los costos hacen que tal vez todas las ventajas no merezcan la pena.
No obstante, en el mercado existen actualmente muchos cables especiales para bicableado por un precio económico que hacen que esta propuesta no sea tan descabellada.
¿Cómo influye la impedancia en la elección del amplificador?
Muy fácil: no debería influir. La mayoría de los altavoces son compatibles con salidas de amplificadores de 8 ohm, el estándar industrial. Aunque es posible conectar parlantes de 8 ohm nominal con amplificadores de 6 ohm.
La eleccion es de ustedes.
FcoJav.
